En nuestro país la mujer estuvo por mucho tiempo apartada de las leyes que la protejan y reconozcan sus derechos. Su educación era limitada y tenía pocas oportunidades de trabajo. Ninguna ley la amparaba. La Constitución de 1993 consagraba su marginación. Tuvo que esperar hasta el 7 de setiembre de 1955 en que el gobierno del general Manuel A. Odría promulgó la Ley Nº 12391 que daba el derecho de ciudadanía a la mujer peruana.

De acuerdo a la actual Constitución de 1993, las mujeres gozan de los mismos derechos que los varones. Es decir, tienen derecho al voto sin discriminación alguna y pueden ser elegidas para ejercer cualquier cargo o función pública. En las elecciones presidenciales de 1995 salieron elegidas parlamentarias, distinguidas mujeres y en los gabinetes ministeriales no son raras las mujeres ministras. Existe, pues, una presencia significativa y valiosa de la mujer peruana en la vida cívica de la nación.

En este día, lo de la marginación de la mujer es una historia pasada. Nuestra Constitución en su artículo 2º, inciso 2 prohíbe toda discriminación por razón de sexo.