En este día es necesario destacar el importante papel que cumple la Cruz Roja, que tanto en tiempo de paz como en el de guerra proporciona ayuda y asistencia, moral y material.
Esta institución humanitaria fue fundada en 1863 por el filántropo suizo Juan Enrique Dunant, con el propósito de humanizar los conflictos ya que había visto que en los campos de batalla los soldados heridos morían desangrados o eran abandonados a su suerte. Años más tarde, en 1901, por su trabajo en bien de los demás, fue recompensado con el premio Nóbel de la Paz.
La Cruz Roja es una institución independiente, autónoma, que cuando presta sus servicios no hace distingos de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político, absteniéndose de intervenir en los países que están en conflictos. Mantiene siempre neutralidad.
Debido a su espíritu humanitario, la Cruz Roja en situaciones bélicas se encarga de atender y curar a los heridos, indagar por los soldados desaparecidos y visitar los campos de concentración. En la paz, se preocupa por la salud de los pobladores en casos de desastres o calamidades.
La Cruz Roja Peruana está afiliada a la Cruz Roja Internacional y fue establecida en 1879 por iniciativa del Dr. Manuel Odriozola y otros catedráticos de la Facultad de Medicina de San Marcos, siendo su primer presidente monseñor Roca y Boloña. En el mismo año de su fundación auxilió a los heridos en la guerra con Chile en las batallas de San Francisco, Tarapacá y en el morro de Arica.
En el Día de la Cruz Roja debemos tener presente su lema “ayúdanos a ayudar”, para prestar socorro a los demás.