El trabajo infantil es una de las peores formas de explotación y abuso. Pone en peligro la salud, seguridad y educación de los niños, al mismo tiempo que atenta contra su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.

Son millones los niños que trabajan a nivel mundial, este hecho es indiferente para la gran mayoría de personas e instituciones. El Perú no escapa de esta realidad, a diario vemos la explotación a la que son sometidos los menores, todo esto fuera del marco de la ley laboral y constitucional.

En la gran mayoría de los casos, el ingreso temprano en el mercado laboral guarda estrecha vinculación con la problemática de la pobreza y con las estrategias de supervivencia a que deben recurrir los grupos familiares de los sectores de la sociedad que no disponen de los medios necesarios para asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas.

El trabajo infantil es dañino de por sí, y el daño se agudiza cuando está asociado con el peligro o la explotación. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) utiliza 5 criterios para definir las prácticas laborales abusivas o perjudiciales durante la niñez:
• trabajo a tiempo completo a muy temprana edad;
• jornadas laborales demasiado extensas;
• tareas que imponen estrés físico, social o psicológico;
• pago inadecuado
• limitado acceso a la educación.

Un buen ejemplo de trabajo carente de condiciones dignas y desempeñado frecuentemente por niños es la recolección de residuos. Los niños que realizan esta actividad lo hacen a la intemperie, muchas veces en largas jornadas. Además, mientras seleccionan y clasifican los desperdicios comercializables, se encuentran expuestos a lastimarse con elementos cortantes, a posteriores infecciones a causa de ellas y a diversos elementos contaminantes.

En 1992, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 17 de octubre como el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza” en su Resolución 47-196 del 22 de diciembre. El objetivo de esta fecha tan significativa es crear una conciencia social sobre el impacto de la pobreza y la indigencia como fenómenos que vulneran a las poblaciones en el mundo y que permiten las desigualdades sociales.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama a eliminar el trabajo infantil, la iniciativa forma parte de las actividades realizadas en todo el mundo para la erradicación del trabajo infantil en todas sus modalidades.

Tenemos como ordenamiento normativo internacional, la declaración de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), quienes el 12 de abril de 1952 redactaron la Declaración de los Principios Universales del Niño, a consecuencia de la desigualdad y el maltrato hacia los niños su cumplimiento tiene carácter vinculante entre todos los países integrantes.

Sabemos que los niños realizan el trabajo infantil como una actividad económica de carácter ilícito realizada en forma regular, periódica o estacional, por niños (menores de 12 años de edad) o adolescentes (de 12 hasta cumplir los 18 años de edad). La cual implica su participación en la producción o comercialización de bienes y servicios destinados al mercado, el trueque o el autoconsumo, independientemente de que dicha actividad se encuentre sujeta a retribución alguna.

Pero existen otras actividades económicas ilícitas de mayor riesgo que involucra a menores en una red, como la prostitución de menores de edad o el comercio de drogas, y estas no son concebidas como trabajo infantil. Igualmente, ciertas modalidades para obtener ingresos, no incluidas bajo el concepto de actividad económica, como el robo o la mendicidad, no son consideradas como trabajo y que en países pobres como los nuestros es una actividad que capta mayor cantidad de menores.

De igual manera, la participación de los niños y adolescentes en tareas domésticas en el seno de su propia familia no debe ser incluida bajo el rubro de trabajo infantil, pues dicha actividad constituye parte de las funciones básicas de una familia y en muchos casos es indispensable para la supervivencia de sus miembros.

DATOS ESTADISTICOS:

En el Perú, del total de niños y adolescentes, 1 millón 359 mil trabajan representando el 16,1% de la población de 6 a 17 años. Del total de la población ocupada de 6 a 17 años, el 29,1% son niños y el 70,9% son adolescentes, lo que indica que de cada 100 niños o adolescentes que trabajan, 29 son niños y 71 son adolescentes, respectivamente.

En el área urbana residen 446 mil niños y adolescentes que trabajan representando el 32,8%, mientras que en el área rural viven aproximadamente el doble de niños y adolescentes que trabajan (913 mil) que representan el 67,2%.

Asimismo, del total de población rural ocupada, de 6 a 17 años, alrededor de la cuarta parte de niños de 6 a 11 años (24,5%) trabajan, mientras que en el área urbana sólo el 4,6% de este grupo de edad se encuentra laborando.

En el Perú 1 millón 359 mil niños y adolescentes trabajan, de los cuales 774 mil 500 son hombres y 584 mil 600 son mujeres, es decir, de cada 100 niños y adolescentes que trabajan 57 son varones y 43 son mujeres.

En lo que se refiere al nivel educativo, la Encuesta muestra que más de la mitad (58,0%) de los niños y adolescentes que trabajan cuentan con educación primaria y un 29,9% con estudios secundarios.

Según sexo, en las niñas y adolescentes es más alto el porcentaje que no tienen estudios (13,3%) que los niños y adolescentes varones sin nivel educativo (9.8%).

El mayor porcentaje de niños y adolescentes que trabajan, lo constituyen los Trabajadores Familiares No Remunerados (69,8%), lo cual muestra la importancia que tiene la participación de los menores en los negocios o alguna otra actividad económica que se realiza en el hogar, donde trabajan para sus padres o algún otro pariente. Otros porcentajes importantes de niños y adolescentes, son los que laboran como Obreros (13,4%) y Trabajadores Independientes (6,6%).

En la población ocupada de 6 a 17 años, las principales ocupaciones son: Trabajadores Agropecuarios, Vendedores al por Menor y Vendedores Ambulantes. También tienen una relativa importancia las ocupaciones de Limpiadores, lavaplatos, lavapisos y Personal Doméstico.

En el Perú, el 59,4% de niños y adolescentes ocupados trabaja más de 24 horas a la semana. En el grupo de adolescentes, el 63,7% trabajan esa cantidad de horas, mientras que en los niños el 49% labora más de 24 horas a la semana.

El mayor porcentaje de niños y adolescentes que trabajan, lo constituyen los Trabajadores Familiares No Remunerados (69,8%), lo cual muestra la importancia que tiene la participación de los menores en los negocios o alguna otra actividad económica que se realiza en el hogar, donde trabajan para sus padres o algún otro pariente. Otros porcentajes importantes de niños y adolescentes, son los que laboran como Obreros (13,4%) y Trabajadores Independientes (6,6%).

Los niños y adolescentes de 6 a 17 años, constituyen el 28.8% del total de la población nacional, vale decir que actualmente existen en el país 6 millones 915 mil niños y adolescentes, respecto al total nacional que era de 24 millones 030 mil personas.

La Tasa de Actividad que mide la participación en el mercado de trabajo de la población en edad de trabajar, señala que en 1996 la Tasa de Actividad a nivel nacional de la población de 6 a 17 años fue de 20,8%. Es decir, de cada 100 niños y adolescentes considerados aptos para desarrollar una actividad económica, alrededor de 21 forman parte de la fuerza laboral urbana y rural del país.

La participación de los niños de 6 a 11 años en el mercado laboral es de 11,6%, es decir, de cada 100 niños de 6 a 11 años alrededor de 12 se encuentran en el mercado laboral trabajando o presionando por un puesto de trabajo, mientras que en el grupo de 12 a 17 años cerca de un tercio (30,3%) forman parte de la PEA, lo que significa que por cada 100 adolescentes, 30 de ellos están insertados en el mercado laboral ya sea como ocupado o desocupado.

En el Perú, del total de niños y adolescentes, 1 millón 359 mil trabajan representando el 16,1% de la población de 6 a 17 años. Del total de la población ocupada de 6 a 17 años, el 29,1% son niños y el 70,9% son adolescentes, lo que indica que de cada 100 niños o adolescentes que trabajan, 29 son niños y 71 son adolescentes, respectivamente.

En el área urbana residen 446 mil niños y adolescentes que trabajan representando el 32,8%, mientras que en el área rural viven aproximadamente el doble de niños y adolescentes que trabajan (913 mil) que representan el 67,2%.

Asimismo, del total de población rural ocupada, de 6 a 17 años, alrededor de la cuarta parte de niños de 6 a 11 años (24,5%) trabajan, mientras que en el área urbana sólo el 4,6% de este grupo de edad se encuentra laborando.

Fuente:  http://portal.perueduca.edu.pe/calendario_civico/Art_08_09_NoTrabajoInfant.htm