La enorme riqueza biológica e inmensidad de nuestros mares (Tropical del Pacífico y de la Corriente fría o Peruana) en el lado oriental del Océano Pacífico, nos regalan los mares más productivos del Planeta. Brindándonos beneficios que debemos valorar, preservar y querer, puesto que, estos ecosistemas son tan increíbles como frágiles, poco conocidos y vulnerables a las amenazas.

El Mar, denominación dada para todas las aguas saladas que cubren una gran parte de la superficie de la Tierra hizo posible el origen de la vida.

El Perú ha sido privilegiado con un litoral de más de 3.000 kilómetros. Tenemos el mar más productivo del mundo, gracias a su excepcional riqueza de nutrientes, producto de los afloramientos costeros, la Corriente Peruana o de Humboldt, y su posición latitudinal tropical que permiten alta radiación solar. Tiene la pesquería más importante del mundo basada en una sola especie (la anchoveta), ubicándonos actualmente en el segundo lugar con potencial pesquero marino a nivel mundial según la FAO. Sus amplias playas, islas, islotes y la configuración de la plataforma continental, permiten el establecimiento de una alta biodiversidad, que se acomoda sobre salientes rocosas, bancos de arena o encuentros de agua dulce, etc., demostrando que tenemos amplios potenciales para que de manera sostenible pueden alejar a parte de nuestra población de la pobreza con emprendimientos ambientales o econegocios (acuicultura, comida gourmet, ecoturismo, etc.).

Este escenario permite además la fusión de culturas y costumbres de hombres que de las orillas del mar arrancan cosechas al desierto y de hábiles pescadores que aún hoy continúan cabalgando sobre caballitos de Totora. Es hora que los pobladores de la Costa miremos con responsabilidad y esperanza hacia nuestro rico mar.

Los manglares, uno de los ecosistemas más hermosos y singulares del mundo, deleitan a los visitantes con su exuberancia, tocándole al Perú el último relicto de estos bosques en su distribución Panamericana. Las marismas (zona de mezcla de agua marina con agua dulce continental) acogen a coloridas aves migratorias, cocodrilos y otros, permitiendo el desarrollo de una extraordinaria variedad de vida animal y vegetal, compuesta por algas de muchos tipos, moluscos (como las afamadas conchas negras), crustáceos (como los langostinos) y árboles singulares con raíces zancos adaptados estupendamente a las aguas salobres de estas marismas. Hay que destacar además a otros de los habitantes más comunes de nuestro mar tropical del Pacífico: las aves fragata, el piquero de patas azules, las aves del trópico, tortugas marinas, serpientes de mar, tiburones, atunes, congrios, meros y merlines y muchos más.

El frío mar de la corriente peruana, en conjunción con las islas y puntas marinas, es el hábitat de aves guaneras, pingüinos de Humboldt, lobos y nutrias marinas, 36 especies de cetáceos de las 83 que hay en el mundo, y más de 1,000 especies de peces, destacando la anchoveta y la sardina, por ser parte fundamental del anillo productivo del mar, permiten el desarrollo de una importante industria para el Perú.

Los moluscos y crustáceos, merecen mención aparte, pues sus variedades de conchas, almejas, calamares, potas, pulpos, cangrejos, percebes, langostas y langostinos, han abierto infinitas posibilidades para el desarrollo gastronómico que el mundo va valorando cada vez más.

Sin embargo, recordemos que la explosión demográfica en su incesante demanda de recursos y la contaminación de las aguas, están provocando el agotamiento de nuestros mares. Tecnologías limpias y el ALTO a la sobrexplotación, permitirá seguir disfrutando de nuestra extraordinaria riqueza marina.

Fuente: http://www.minam.gob.pe